Es una etapa de transición hacia el aprendizaje plenamente autónomo, que luego será consolidando en la fase universitaria o técnica.
Los estudiantes desarrollan una conciencia ciudadana, competente, crítica reflexiva, que lo harán un profesional cristiano, a partir de una ética sólida.
Promovemos un proyecto de vida con emprendimiento y gran autoestima, con principios y valores que lo protegerán de los grandes riesgos que supone la vida social: violencia, corrupción, drogadicción, delincuencia, etc.
Se desarrollan habilidades blandas para trabajar en equipo, así como habilidades artísticas y gran creatividad.